El espíritu navideño se apoderó del nuevo local de Starbucks en el Abasto con una cata especial llena de sorpresas. Decoramos el espacio con toques mágicos, incluyendo un imponente árbol de Navidad inspirado en Mi Pobre Angelito, donde los invitados dejaron sus deseos en golondrinas de papel.
La experiencia incluyó una picada interactiva y un ambiente único con las mejores canciones navideñas. Al retirarse todos los invitados se llevaron stickers y bastones navideños.
Una noche para celebrar juntos y crear recuerdos inolvidables.





